LA DESIGUALDAD ECONÓMICA POR EL MUNDO
La desigualdad económica es el distinto reparto de los ingresos, los activos o el bienestar entre el conjunto de habitantes, según explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, 2018).
Pero... ¿qué entendemos por desigualdad?, una definición rápida de la desigualdad económica sería decir que consiste en un reparto desequilibrado de riqueza y rentas económicas entre los miembros o grupos de una comunidad.
Según algunos estudios podemos observar que:
El 99% de la población mundial posee menos riqueza que el 1% más pudiente de la población del planeta.
3.600 millones de personas en el mundo poseían, en 2015, igual riqueza que 62 personas ricas.
La desigualdad económica se traduce en una disponibilidad de recursos económicos muy dispar entre los individuos de la sociedad. Y con un reparto de riquezas tan discrepante, cada vez es mayor la brecha entre individuos ricos y pobres, y las oportunidades de unos y otros.
El método más conocido para su medición es el coeficiente de Gini (herramienta analítica que suele emplearse para medir la concentración de ingresos entre los habitantes de una región, en un periodo de tiempo determinado):
Si la puntuación es 0, es que existe una igualdad plena.
Si la puntuación es de 1 (o 100), es que un único individuo lo posee todo.
Es decir, que cuanto más pequeño sea el Gini menor es la desigualdad, y cuanto mayor sea este, hay un incremento de la desigualdad.
Organismos como las Naciones Unidas o el Banco Mundial usan el coeficiente de Gini para valorar la desigualdad existente.
Pero siempre hemos querido saber cuál es el origen de la desigualdad económica....No es fácil fijar un momento exacto en que unas comenzaron a ser más ricas y otras más pobres. Sin embargo, podemos encontrar el germen de la desigualdad económica en los inicios de la industrialización. Su llegada introdujo transformaciones sociales y económicas.
En África y Asia, las tendencias han sido más variadas: se observan más similitudes entre las economías emergentes o los países en desarrollo sin litoral, y entre las zonas rurales o urbanas, que dentro de las regiones. En líneas generales, más de dos tercios de la población mundial está a merced de una mayor desigualdad de los ingresos y de la riqueza, lo que está socavando considerablemente las perspectivas de desarrollo sostenible. Esto muestra la importancia de la localización geográfica, entre otros factores, para la desigualdad económica.
Los beneficios y progresos de la era industrial no favorecieron por igual al conjunto de la sociedad ni todos los países tuvieron la misma capacidad de sacar rentabilidad a estos nuevos avances.
El mundo ha hecho avances significativos para reducir la pobreza: en los últimos treinta años, más de 1000 millones de personas han salido de la pobreza extrema. Sin embargo, la porción de los ingresos que le corresponde a la mitad más pobre de la humanidad apenas ha cambiado en ese período, pese a que la producción económica mundial se ha triplicado con creces desde 1990. Las desigualdades socavan el progreso económico, lo que a su vez agudiza las diferencias sociales generadas por las desigualdades.
Tanto dentro de los países como entre ellos, siguen observándose desigualdades derivadas de los ingresos, la localización geográfica, el género, la edad, el origen étnico, la discapacidad, la orientación sexual, la clase social y la religión, factores que determinan el acceso, las oportunidades y los resultados. En algunas partes del mundo, estas diferencias son cada vez más acusa
das.
Uno de los objetivos más importantes de las naciones Unidas siempre ha sido acabar con la desigualdad y la pobreza en el mundo.Objetivos Naciones Unidas .
María Fernández- Palacios Hoyuela
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