Renovación , reconversión y adaptación , tres palabras que definen a la perfección la economía de un país , que ha reflotado y se sitúa en un lugar privilegiado de la eurozona por su buena gestión en materia de política económica , seguridad y sostenibilidad acorde a inmensa red productiva que asienta sobre energías limpias y alternativas.
Una vez ampliado el campo de acción de la pesca , el turismo y el aluminio en beneficio de la energía renovable y la tecnología de la información , Islandia asienta las bases de la que comenzó a ser una recuperación económica , a raíz de la nefasta crisis financiera de 2008 provocada por el colapso de su sistema bancario , en nuevo sistema social que sirve de referencia para todo europa con políticas económicas poco sospechosas de ser austeras que, consolidan su pib per cápita como uno de los más altos del mundo , con una tasa de crecimiento del 4% según las previsiones del banco central , entre los años de 2016 y 2017. Su modelo de actuación , produjo un antes y un después en la forma europea de hacer política , y supuso un espejo en el que mirarse , para cualquier país que deseara salir de una crisis financiera sin precedentes en su historia.
En lo que respecta al modelo islandés , poco convencional , es una perfecta antagonía del resto de países europeos por excelencia , España , Grecia , Italia o Francia. Aquellos con similares niveles de deuda , inflación , costes laborales y densidad poblacional.En definitiva , un manual con recetas económicas de lo que hay que hacer , y por encima de todo , de lo que se debe evitar. Aunque sus bancos , demasiado grandes , fueron una de las causas de la crisis financiera global , Islandia respondió al colapso de forma contraria al resto de Europa así como en contra de la tendencia generalizada de la mayoría de los economistas que apostaban por su rotundo fracaso.
En primer lugar , llama la atención como , en contra de sus socios europeos , llevaron a cabo una devaluación interna , es decir , permitir que su moneda cayera en valor y por ende , ello conllevaría una reducción en los salarios y precios. En efecto , esta práctica trata de restaurar la competitividad internacional de un país mediante la reducción de los costes laborales de su mano de obra , pero para generar dicha situación , se requiere unas altas tasas de desempleo para que los costes laborales se reduzcan y afecten de igual maner al precio de los productos así como a los salarios. No obstante , he aquí la primera contradicción , puesto que dicho enfoque está en clara contraposición con el discurso político europeísta que defiende la ejecución de reformas laborales con el fin de crear empleo.
(Vemos como , con dos formulas antagónicas , en materia de política económica laboral , Islandia consigue mantener constantes su nivel de desempleo , al contrario que España , cuyos índices se disparan progresivamente)
Pero claro , a cualquier país le gusta generar estabilidad a través de una creación de empleo sostenible , el problema era que Islandia no podía afrontar el coste de una reforma laboral con las implicaciones liberales que ello supondría , del tiempo que perdería el país a través de la casación individual entre la oferta y demanda a medida que la deuda aumentaba. En su lugar , optó por un modelo algo más brusco , pero efectivo en tiempo y forma. Centró sus esfuerzos en revitalizar el estado del bienestar público , como motor para estimular el sector privado a raíz de dicho crecimiento.
Para ello , en vez de implementar políticas de ajuste convencionales , con la que generar una futura dependencia a raíz de una rápida fuente de liquidez inyectada para revitalizar su economía(incurrir en el endeudamiento) , un caramelo cuanto menos envenenando , y que si no se lo digan a Grecia , optó por de manera sorprendente , por nacionalizar los grandes bancos que habían acumulado deudas insostenibles. Pero la clave no era recuperar la totalidad de la deuda , únicamente la fracción que se destinara a la economía nacional , para provocar una especie de efecto apalancamiento financiero que generara activos de dichos bancos nacionalizados que recuperaran el valor , una vez la economía empezara a crecer de nuevo . ¿ Cómo ? a través de los excedentes de cuenta corriente permitidos por la devaluación a la misma vez que se impusieran controles de capital para que los acreedores extranjeros no pudieran retirar su dinero , y de esta manera , controlar la inversión hasta que la bonanza económica permitiera seguir obteniendo a Islandia créditos que permitieran a dichos inversores generar rentabilidad futura.
La pregunta es , ¿ cómo poder asegurar esa situación hipotética cuando los controles de capital cayeran? Pues a través del colchón que propició el efecto apalancamiento de los activos de los bancos nacionalizados que antes eran una deuda significativa , puesto que el resto de deuda , sería manejable , incluso cuando la moneda se hundiera provocada por la supresión de los controles. Por ello , en la actualidad , a raíz de lo expuesto , Islandia goza de una situación de superávit comercial , ya que las transacciones con el exterior traen más dinero del que se saca .
Ello explica el por qué de los controles de capital , puesto que , una vez que la economía progresara , los inversores se sentirían más atraídos a llevar su dinero al país nórdico . Las altas tasas de interés unidas a las perspectivas de crecimiento y las oportunidades de inversión lo demuestran. Y consecuentemente , todo este fenómeno , nos lleva al principio de la ecuación, donde de nuevo , a raíz de una situación de sostenibilidad a largo plazo de la deuda , permitiría de nuevo a familias y empresas islandesas a vivir con mayores costos de endeudamiento mientras sus ingresos se incrementan , al haber pagado sus deudas anteriores. En definitiva , todo una receta económica para aquellos que no quieren depender en exceso del crédito que provoca su endeudamiento , la liquidez es importante , pero más allá de ello , la sostenibilidad a largo plazo.
( Islandia , el milagro económico)
Ignacio Santos Domínguez
Comentarios
Publicar un comentario