Nombre de enclave comercial estratégico , potencia exportadora e instituciones sencillas y eficaces , recibe su mención especial nuestro país del informe , Yibuti. Que más que ser un oasis en medio del desierto , hablando en términos estrictamente escépticos , es una pepita de oro en medio de una mina , de la cual se está empezando a extraer el flujo de minerales que prometía , como es el caso de África del Este. Metáforas aparte, comentemos la situación actual , en el marco económico-institucional de Yibuti , para desenmarscarla como la gran tapada , entre las jóvenes potencias africanas.
La férrea estructura institucional , delega en una importante red de infraestructuras que caracteriza su forma de financiación , la cual la hace novedosa y atractiva por la manera en la que se hace cargo de su deuda. Como ejemplo a seguir, para aprovechar mejor su posición geográfica, Yibuti ha tomado la decisión estratégica de invertir en infraestructuras modernas, tales como puertos, rieles, interconexión eléctrica, zonas francas, plataformas aéreas, etc. Esto forma parte de la Visión 2035 del gobierno. La mayor parte de esta financiación proviene de préstamos de compañías públicas garantizadas por el Estado. Entre las actividades financiadas en los últimos años destacan los complejos ferroviarios (el ferrocarril Addis Abeba - Yibuti), la infraestructura portuaria (terminal de carga, puerto multipropósito del puerto de Doraleh Tadjourah), y la infraestructura hidroeléctrica (interconexión eléctrica con Etiopía, suministro de agua de Etiopía).
Por ello , la mayoría de las inversiones en infraestructura se financian con préstamos de China, que alcanzan un valor de 14 mil millones de dólares. Siendo interesante como el Gobierno ha querido involucrar al sector privado en la financiación de la infraestructura para controlar la evolución de su deuda. Esta deuda podría aumentar de 792 a 2.008 millones de USD, lo que representa un aumento del 50% al 87,3% del PIB entre 2014 y 2018, según datos del Banco Mundial.
Por ello , combina una fuente de infraestructuras viables de nueva creación , con objetivos de sostenibilidad a través de la reconversión del terreno , siendo parte fundamental de la ecuación la aportación del sector privado para controlar dicha deuda a partir de la financiación de sus redes de transporte.
Respecto a su situación económica , crea dicha infraestructura para impulsar su logística , ya que , precisamente por ostentar una ubicación geográfica estratégica que le confiere una situación privilegiada en las rutas marítimas entre Asia, Europa, la península arábiga y África del Este. Con casi el 40% del comercio marítimo mundial pasando cerca de sus costas, Yibuti puede aprovechar este intenso tráfico marítimo entre Asia y Europa a través del transbordo de mercancías, junto con su papel como una plataforma de tránsito esencial para varios países sin litoral en la región.
Razón por la cual la economía del país está orientada fundamentalmente hacia el sector servicios, que supone el 77,1% del PIB. Dominado por el subsector del transporte, almacenamiento y comunicación (28,4% del PIB) y el comercio, reparación de vehículos, hoteles y restaurantes (22.6% del PIB). El puerto de Yibuti juega un gran papel en este sector, ya que el hecho de ser la puerta de entrada de las mercancías que llegan a Etiopía le confiere un alto volumen de tráfico comercial.
En definitiva , la actividad portuaria es un importante contribuyente al PIB y un importante motor de empleo. Ya que los ingresos generados por estas actividades equivalen aproximadamente al 20-25% de los ingresos del estado. Respecto a los otros sectores , el sector manufacturero solamente supone solo un 2,7% del PIB, y ello debe su respuesta al sector de la construcción, que había tenido muy poco peso en la economía yibutiense, debido, sobre todo, al bajo nivel de actividad industrial y a la mala marcha de la economía del país.
Aunque , el que menos reporta es el sector primario . Dado que es un país pobre, con recursos naturales escasos. La agricultura y la ganadería tienen muy poca importancia en la economía del país (menos del 4% del PIB), de modo que Yibuti presenta un déficit alimentario estructural y depende de las importaciones de alimentos y de la ayuda alimentaria internacional.
Todo ello explicaría su posición relativa respecto al mercado de trabajo. Según datos del Banco Mundial, la población yibutí en 2017 rondaba los 957.000 habitantes de los que aproximadamente el 77,5% se concentra en áreas urbanas. La mayor parte de la población rural es nómada , lo que reflejaría la escasa implicación de la agricultura en el PIB y a su vez, el 31,14% de la población es menor de 15 años, por lo que la que se encuentra en edad de trabajar se sitúa alrededor de 658.000 personas.
Por lo tanto , así es Yibuti , un país extremadamente pobre que , asolado por la pobreza depende en gran medida del comercio y actividad exportadora para equilibrar su balanza comercial exterior , siendo esta positiva ,debido a su importante actividad portuaria , para compensar la financiación de sus países socios , que soportan el peso de su deuda , respaldada un sector privado orientado hacia el sector servicios. En definitiva , un país en vías de crecimiento que debe tener cuidado con su excesiva dependencia a ciertos sectores estratégicos , que deberá diversificarse , para equilibrar sus niveles de desigualdad.
Ignacio Santos Domínguez
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